viernes, 11 de julio de 2008

La noche de la comida peruana

Este viernes 27 de julio, en las vísperas de las Fiestas Patrias, se realizará la primera edición de la Noche de la Comida Peruana, organizada por Inca Kola.

El punto de encuentro es el Parque de la Reserva (Lima) donde habrá numerosos puestos de comidas de distintas regiones del país. En el evento se encenderá La Gran Olla Peruana y se presentará un espectáculo de luces, efectos láser, agua y un hermoso castillo de fuegos artificiales.
Si no vives en Lima y no puedes asistir, no dudes en celebrarla en la comodidad de tu hogar.

La tradición

Quizá has visto este pan con chicharrón paseándose por el Internet, si es así, llegaste al lugar correcto. Para los que están lejos pido disculpas por la antojada. Para los que están cerca, provecho, los sánguches peruanos son deliciosos.

Cada salida invita a satisfacer el apetito con algo sabroso, sobre todo después de un paseo por la movida nocturna del fin. Que tal un triple y un jugo de frutas frescas o un caprese con tomate, queso mozzarella y albahaca en pan ciabatta. Quizá un pan con lechón o jamón de país y la visita termina en lonche. Si no te encuentras cerca de una sanguchería o no tienes la opción de ir y comprarlo,visita Sandwich.com es una excelente opción para satisfacer el paladar y el corazón.

Una gran propaganda

La historia

Volver sobre los pasos de la archiconocida (pre)historia del sandwich o “sánguche” como se le conoce en los países hispanoamericanos resulta una tarea vana. En el caso específico de Perú, la vasta tradición popular de comida callejera dio como fruto una no menos vasta estirpe de sangucheros dedicados a resumir en el cuerpo místico del pan las más jugosas y variadas carnes con la sangre de las más impensadas salsas: el pavo horneado, la pechuga de pollo deshilachada, el chorizo, el siempre noble hot dog, la hamburguesa, la milanesa de pollo, etc., perfectamente maridados con mayonesa, ketchup, mostaza, salsa tártara, salsa golf, salsa de aceitunas y muchísimas variedades de ajíes vernaculares como el rocoto. El pan es el de tipo “francés” -a veces el de yema con pintas de ajonjolí- y, por supuesto, no pueden faltar el huevo frito y el queso derretido sobre la carne. ¡Ascetas, a la hoguera o, mejor, a la parrilla como San Lorenzo!

Sin duda alguna, el sanguche peruano se ha vuelto casi un emblema del fast food criollo, infaltable en los desayunos heliogabálicos de nuestros domingos, con la abuela incluida: pan con chicharrón (guarnecido de camote frito y cebolla macerada con ají y limón), pan con salchicha revuelta en huevo, tamalitos y el infaltable café con leche. Ergo en Perú la tradición de comer sánguches acusa un largo camino de constantes metamorfosis que no cesan.